Antes de partir en su viaje, nuestro amigo cerduno tuvo que acatar las "órdenes" de su cerdasposa lo cual le trastocó (¿qué cosa tan rara no?), pues tuvo que llevar a su pequeño cerdhijo José Luís Zapacierdo Rodríguez a la escuela porcina.
Y todos sabemos lo que pasa con las prisas.
Seguiremos informando...
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